La poesía en la fantasía



Al principio, poesía y fantasía eran uno. En la actualidad, cada una va por su lado como si hubieran celebrado un divorcio express. Pero todavía existen algunos elementos de unión. Y no puedo contarte más de esta entrada… sólo que se me ha ido un poco la pinza escribiéndola.

Perdona que hoy sea yo quien se ocupa del Jardín, nuestra Ane se ha ido a salvar cactus aprobando exámenes y la voy a sustituir. ¡No! ¡No te vayas! ¡Yo también puedo enseñarte un hombro!

En fin…

Menudo tema, ¿verdad? La poesía en la fantasía (que rima y todo). Cualquier profesor de universidad se mesaría las barbas o se lamería los labios ante tan suculento manjar. ¡Introducción! ¡Marco teórico! ¡Fuentes bibliográficas! Gritarían con un látigo hecho de páginas del Quijote. Los alumnos, asustados, huirían recitando versos de la Celestina, por ver si el calentón los pudiera apaciguar.

Pero no venimos a eso. Ni yo quiero ser ese profesor ni tú alumno de nadie. Puedes relajar las nalgas y sacar el batín y la pipa, sentarte en la butaca orejera de entendidos literatos y soltar alguna que otra carcajada mientras los demás te miran de reojo (si estás solo, vigila cuadros y espejos).

Porque hoy, pese al tema que nos ocupa, venimos a pasarlo bien. A hacer un repaso breve, de coloquio tardío en la barra del bar, sobre versos que cuentan historias imposibles. ¿Ya tienes el café?

Lo clásico

Lo clásico. Ay, lo clásico. Hace tiempo hubiera pensado que la mayoría de los aquí presentes, lectores de blogs literarios, habríais vivido en vuestras carnes lo clásico. Hoy conozco a más escritores que han estudiado ciencia que a escritores que han estudiado letras, así que me callo. Amigo Sócrates, solo sé que no sé nada (qué bien quedaste).

Como poder, podemos remontarnos al primer escrito descubierto, que explico mejor en este otro artículo sobre bibliotecas, donde en tablillas de arcilla se narran las desventuras de Gilgamesh. Ojo, ¡en verso!

—¡Venga, Gilgameš,
sé mi esposo!
    ¡Regálame a mí tus frutas! (ejem, ejem).

Pero paro la máquina del tiempo en la antigua Grecia y os hablo un poco de autores que consiguieron su sueño de ser estrellas del rock: ¡Homero! ¡Esopo! ¡Sófocles! Y muchos otros… (Jenofonte, Tucídides, Píndaro, Esquilo, Calímaco… vale, vale, lo pillo).

Y que, por supuesto, escribieron sus obras más famosas en… ¡verso, también! ¿Por qué? Porque escribir en prosa era para nenazas. El verdadero reto estaba en jugar con el formato para crear la mejor historia. El más inteligente, el más culto, era el que tenía el control de la rima. Y era más fácil de memorizar.

Conozcamos a Homero, que nos ha invitado a pasar un día con él. 

Homero: largo de aquí, ni siquiera sabéis todavía si fui una persona de verdad o no.

Blas: Ehmmm.

No este Homero

Su obra más famosa, La Odisea, empieza así:

CANTO I
LOS DIOSES DECIDEN EN ASAMBLEA
EL RETORNO DE ODISEO 

Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos,
que anduvo errante muy mucho después de Troya sagrada asolar;
vio muchas ciudades de hombres y conoció su talante,
y dolores sufrió sin cuento en el mar tratando
de asegurar la vida y el
retorno de sus compañeros.
Mas no consiguió salvarlos, con mucho quererlo,
pues de su propia insensatez
sucumbieron víctimas,
¡locas! de Hiperión Helios las vacas comieron,
y en tal punto acabó para ellos el día del retorno.
Diosa, hija de Zeus, también a nosotros,
cuéntanos algún pasaje de estos sucesos.

Que creo que en griego es más o menos así:

ἄνδρα μοι ἔννεπε, μοῦσα, πολύτροπον, ὃς μάλα πολλὰ πλάγχθη, ἐπεὶ Τροίης ἱερὸν πτολίεθρον ἔπερσεν: πολλῶν δ᾽ ἀνθρώπων ἴδεν ἄστεα καὶ νόον ἔγνω, πολλὰ δ᾽ ὅ γ᾽ ἐν πόντῳ πάθεν ἄλγεα ὃν κατὰ θυμόν, 5ἀρνύμενος ἥν τε ψυχὴν καὶ νόστον ἑταίρων. ἀλλ᾽ οὐδ᾽ ὣς ἑτάρους ἐρρύσατο, ἱέμενός περ: αὐτῶν γὰρ σφετέρῃσιν ἀτασθαλίῃσιν ὄλοντο, νήπιοι, οἳ κατὰ βοῦς Ὑπερίονος Ἠελίοιο ἤσθιον: αὐτὰρ ὁ τοῖσιν ἀφείλετο νόστιμον ἦμαρ. 10τῶν ἁμόθεν γε, θεά, θύγατερ Διός, εἰπὲ καὶ ἡμῖν.

Aquí el texto completo, comentado y todo, de La Odisea:


Y aquí muchas otras obras de renombre:


Terminamos lo clásico con Esopo, el autor de las Fábulas. ¿Qué sabemos de él? Uff... Ehm… Bueno, según la Wikipedia…: «En la época clásica su figura gozaba de gran popularidad, pero se vio rodeada de elementos legendarios que hacen difícil establecer de manera precisa cualquier dato seguro sobre su biografía»… Vale.

Esopo: Ays...

Algunas fábulas muy chulas son:

El anciano y la Muerte

Una vez, un anciano que cortó unos troncos caminaba por un vasto camino transportándolos. Y tras quitarse la carga por el cansancio del camino, invocaba a la Muerte. Cuando apareció la Muerte y preguntó por qué causa la llamaba, el anciano dijo: «Para que lleves tú la carga».

La rana y la zorra

Estando en cierta ocasión una rana en una charca y gritando a todos los animales: «Yo soy médico conocedor de remedios», una zorra, al oírla, dijo: «¿Cómo vas a salvar tú a otros, sin curarte a ti misma, que estás coja?».

Y una que todos conocemos, ¡la tortuga y la liebre!

Una tortuga y una liebre rivalizaban en torno a su rapidez. Y entonces, tras establecer una meta, se apartaron del lugar. La liebre, despreocupada de la carrera por su natural velocidad, tras tumbarse dormía al borde del camino. Y la tortuga, consciente de su propia lentitud, no dejó de correr y así, tras sobrepasar a la liebre dormida, llegó al premio de la victoria.

Y La tortuga y la liebre en griego:

Χελώνη καὶ λαγωός.
Ποδῶν χελώνης κατεγέλα λαγωός. Ἡ δὲ ἔφη· Ἐγώ σε
τὸν ταχύπουν νικήσω. Ὁ δέ· Λόγῳ μόνῳ λέγεις
τοῦτο· ἀλλ' ἔριζε καὶ γνῶθι. – Τίς δὲ τὸν τόπον
ὁρίσει, ἔφη, καὶ βραβεύσει τὴν νίκην; – Ἀλώπηξ,
ἔφη, ἡ δικαία καὶ σοφωτάτη. Ἔταξε δὲ τὴν ἀρχὴν τὴς
ὥρας τοῦ δρόμου. Ἡ δὲ χελώνη μὴ ῥᾳθυμήσασα
ἤρξατο τῆς ὁδοῦ. Ὁ δὲ λαγωὸς τοῖς ποσὶ θαρρῶν
ἐκοιμήθη. Ἐλθὼν δὲ ἐπὶ τὸν ὡρισμένον τόπον εὗρε
τὴν χελώνην νικήσασαν.
Ὅτι πολλαὶ φύσεις ἀνθρώπων εὐφυεῖς εἰσιν, ἀλλ' ἐκ
τῆς ῥᾳθυμίας ἀπώλοντο, ἐκ δὲ νήψεως καὶ σπουδῆς
καὶ μακροθυμίας τινὲς καὶ φύσεως ἀργῆς
περιεγένοντο.

¡Y aquí os traigo un trabajito bien chulo sobre épica clásica! 


Lo medieval

De esto también sabemos todos mucho. Mientras tomamos la primera bebida se puede hablar de los libros tipo El Cantar del Mío Cid, y durante la segunda, de la figura de los juglares. Se tiene en muy buena discusión de culturetas la diferencia entre juglar y trovador. Yo os dejo las definiciones de la RAE (sí, Reverte) y me lavo las manos:

juglar, juglaresa
nombre masculino y femenino
  1. 1.
Persona que en la Edad Media iba de pueblo en pueblo divirtiendo a la gente con sus canciones, bailes o juegos a cambio de dinero o dádivas.
  1. 2.
En la Edad Media, artista itinerante que recitaba y cantaba obras de otros poetas en las cortes de los grandes señores.
"en la Corona de Aragón muchos juglares y ministriles formaban parte de la vida medieval de la Corte"

trovador, trovadora
nombre masculino y femenino
  1. 1.
Poeta provenzal que en la Edad Media componía y recitaba poemas.
  1. 2.
adjetivo
[persona] Que escribe poemas u obras poéticas.

Lo que está claro es que escribían sus obras en verso. ¡Verso! Y eso es lo que nos importa.

Oh, gran Jaskier, embelésanos con tus pecto… dotes de trovaduglar, bonico

Los textos vienen a ser relatos de a ver quién la tiene más grande. Batallas y reinos y mira todas las veces que he ganado. A quien lo dude, un fragmento de un texto no tan conocido (hombre, por algún lado se ha de notar la filología):

EL ABENCERRAJE Y LA HERMOSA JARIFA
AUTOR ANÓNIMO
Flor de romances, escogida entre los de Abindarráez, Jarifa y Rodrigo de Narváez
ROMANCES
1
Rodrigo de Narváez guarda la frontera

En el tiempo que reinaba
el Infante don Fernando,
que del reino de Aragón
fue después Rey coronado,

en España residía
un caballero esforzado,
que Rodrigo de Narváez
fue de su nombre llamado,

que a todos los de su tiempo
en valor se ha aventajado;
y entre las cosas que hizo
adonde más le ha mostrado,

fue cuando ganó a Antequera
el Infante ya nombrado;
y ansí, de Alora y de ella
por alcaide le han dejado,

donde estuvo mucho tiempo
con algunos hijosdalgo,
muy valerosas empresas
contra moros acabando.

Y para que no digáis que no os mimo, también he encontrado un trabajito que os sirve para olvidar todas las chorradas que digo entre verso y verso y aprender algo útil en esta entrada de biblioteca-T, que para algo hemos venido.


Fiarse de mí, ¡el conocimiento en esta entrada de hoy es más grande por dentro que por fuera!

Lo romántico

Y, cómo no, saltamos siglos y nos encontramos con la poesía en la época del romanticismo.

Aquí en España llega tarde (como todo, desde siempre) y se da al mismo tiempo que otros movimientos anteriores y posteriores, pero tiene un grande: Bécquer (ay, Bécquer, si es que jugar con fuego… (a quien pille la referencia, un beso imaginario)).

Pero claro, por eso mismo de que es el máximo exponente español de una disciplina concreta, lo tenemos más que aburrido, lo tenemos hasta en la sopa educativa porque, como digo en el vídeo de lecturas escolares, la conciencia nacional es más importante que el conocimiento en sí. Eeen fin…

LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Lo actual

Está claro que en Bécquer ya se estaba separando (si no se había separado ya del todo) lo poético de lo narrativo. No por nada se dividen sus obras en Rimas (la poesía) y Leyendas (la narración).

Esta división se fomenta por la facilidad de acceso al texto escrito, que no obliga a memorizar largos cantares, y dura hasta nuestros días, donde los que escriben y leen poesía en general son vistos como bichos raros. Por suerte, desde hace un tiempo hay tantos bichos raros diferentes que vivir en este mundo mola mucho más, y poco a poco lo raro se vuelve normal, aunque aún falta un trecho. 

Sin embargo, lo de escribir una historia enteramente en verso, yo, por lo menos, no lo he visto; si alguien lo ha hecho, que me lo diga, porque le compro un sombrero de los caros.

Y así llegamos a la dicotomía actual, lo del ahora. El presente.

Tú por un lado y yo por otro.

AUNQUE todavía hay esperanza. Bueno, regulera, pero la hay. ¡Existen elementos poéticos dentro de la fantasía!

Poesía en la fantasía actual

Por vosotros, queridos lectores, voy a hacerme un poco el listo y a quedar mal dándoos tres ejemplos:

1. Jaskier, el bardo de las novelas de Andrej Sapkowski, (las de Geralt de Rivia, vaya) (Lo de THE WITCHER, vaya).

Jaskier como representante de todos los personajes de todas las novelas fantásticas donde aparece un bardo y, de vez en cuando, se recita alguna poesía dentro del texto de la narración. Viejos remanentes de lo medieval. Hay mil ejemplos, como en la primera novela de Laura Gallego, Finis Mundi, o el que merece ser el segundo ejemplo entero.

2. Kvothe, de la por supuesto Crónicas del asesino de reyes, o simplemente El nombre del viento (sí, ya sé que nombrar toda una saga solo por el primer libro está mal, que venga el Dios de la lectura y me azote con La rueda del tiempo).

¿Qué puedo decir de Kvothe? Pues nada, y por eso me callo. Solo que si lo habéis leído sabéis de qué hablo cuando digo que es poesía en la fantasía, ni más, ni menos.

3. Tolkien. ¿What? ¿Tolkien? ¿Pero esto no era actual? Vale. ¡Pero es que sus obras tienen muchos poemas y canciones! Para muestra, Beren y Luthien:

Las hojas eran largas, la hierba era verde,
las umbelas de los abetos altas y hermosas,
y en el claro se vio una luz
de estrellas en la sombra centelleante.

Bueno, sí, en inglés están mejor, qué le vamos a hacer.

No me miréis con esa cara, el artículo ha sido divertido, ¿no?... ¿No?

Queridos bibliófilos, no os preocupéis porque tras estas Navidades de excesos con la comida, manzanillas, almax, fortasecs y más manzanillas, el blog vuelve a la normalidad en cuanto a publicaciones y calendario

¡Y alguna que otra sorpresa! (Entrevistas a escritores famosos, cof, cof).

Atentos a las redes sociales, las botellas en el mar y las palomas mensajeras.

¡Nos leemos!

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