Ane en el jardín: «No llegas»

He descubierto que la poesía no sólo desnuda el alma de aquel que la escribe, lee o disfruta; ella va más allá y acaba por desnudar el cuerpo entero de las personas. 

Nos despoja de la ropa, de los prejuicios, de la moral y de las leyes que nosotros mismos decidimos imponer en nuestras vidas, liberándonos por unos escasos segundos que deberíamos aprender a vivir. 

Fue abrazando esa libertad cuando encontré que en la poesía, el pudor había sido reemplazado por la sinceridad más profunda.

La noche en la que nació este verso trataba de escribir sobre el amor que se ha asentado en mi día a día, sin saber que lo que mis adentros me pedían era que lo tiñera de rojo, de un rojo intenso y denso. Pero mis manos me conocen bien y conocen aún mejor a las letras que dicen querer ser escritas. Y así pues fueron impresas, tachadas, modeladas y mimadas en el papel, consiguiendo que aflorara en mí un ansia y un nerviosismo que bien acabaron caracterizando esta corta pieza. Traté de alargarlo, pero sabía que no necesitaba más para que el mensaje llegara y llenara a los demás.

Así que, ahora, vuelvo a mostrarme completamente desnuda con todos mis deseos, mis verdades y mis innumerables fallos pegados a la piel. Y aunque estas palabras (palabras, palabras, palabras) nunca sean capaces de reflejar la verdad de todo lo que siento, serán eternamente mías y amablemente vuestras.

Abrid paso a vuestras serpientes.

No llegas

Otra taza de café

y de mis hombros cae la tela.

Ven, que vengas te pido.

Aunque no me escuches, llega.

Oprime tanto este vacío

tan candente, a la espera.

Bajo los párpados te veo

y en mis sienes te desato.

Se me escapa un suspiro

de entre la mente, en tu regazo.

¿Cómo paro mis sentidos?

Llega pronto, llega, vamos.

Me recorre la serpiente,

ávida de mi, sin dientes.

Desaparecen mis manos,

la luz se apaga, me deshago.

Sé que no puedes, no vienes,

no llegas, yo lo hago.

Fin

El poema, el dibujo y la reflexión están hechos por Ane. Desde este humilde rinconcito al final de la página quiero agradecerle todo lo que hace en el blog de forma desinteresada. Eres un amor y una gran poeta.

Y a vosotros, bibliófilos, un cariñoso nos leemos.